Argentina es uno de los países con más población urbana del mundo y si bien se dice que producimos alimentos para 400 millones de personas, hay muchas que no pueden alimentarse en cantidades ni calidades aceptables. Una enorme cantidad de estos alimentos son commodities producidos en un esquema concentrado de monocultivo y bajo una abusiva aplicación de agroquímicos, dañando la salud de las personas y de los ecosistemas, y dependiendo de combustibles fósiles para su producción.
Además, durante el 2020 la pandemia profundizó las crisis precedentes, dejando al finalizar el primer semestre un 41% de pobres y 10,5% de indigentes, y con proyecciones hacia fin de año de UNICEF de un 16,3% de pobreza extrema. Al crecimiento de la demanda de raciones en los comedores y merenderos, se sumó que el cierre o cese de actividad de las ferias, que eran uno de los principales puntos de comercialización de la producción agroecológica en Rosario. En paralelo, creció la demanda de raciones de comida en comedores y merenderos y, a su vez, se crearon nuevas ollas comunitarias, espacios de enorme importancia para la contención y la alimentación de muchas personas.
Ante este contexto decidimos accionar creando este proyecto. DHO surge en la Asociación Civil STS Rosario apenas iniciado el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en Argentina. Nos contactamos con actores clave para poder ofrecer una ayuda tanto a organizaciones benéficas de la ciudad como a productoras, productores y distribuidores de alimentos agroecológicos del Gran Rosario, a través de un intenso trabajo voluntario que gestiona aportes de donantes que permiten poner en marcha las compras.
Nuestro gran desafío es sostener la donación de alimentos sanos, de calidad y alto valor nutritivo a comedores y mejorar la demanda de estos alimentos fomentando la estabilidad y el desarrollo de más productores y productoras agroecológicas, apoyándonos en la solidaridad de donantes y ofreciendo transparencia en todos los procesos.
A mediano y largo plazo buscamos incidir en políticas públicas que garanticen la compra de la totalidad de las producciones agroecológicas de la región fomentando así su desarrollo. Esto resulta algo esencial para enfrentar las problemáticas socioambientales que serán cada vez más desafiantes y urgentes, y para consolidar tan ansiada soberanía alimentaria.
EL EQUIPO